Al momento de comunicarnos verbalmente con otras personas es fácil distinguir si están alegres, asombradas o quizá, molestas. Esto lo sabemos por su tono de voz o expresiones faciales. Sin embargo, a nivel textual, para poder expresar estas u otras emociones es necesario emplear los signos de admiración.
La importancia de los signos de admiración
Sin los signos de admiración no podríamos darle vida al texto. Nuestra lectura sería plana y aburrida. Gracias a los signos podemos percibir y enfatizar sentimiento de sorpresa, indignación, felicidad y otros que queramos aportar.
A nivel textual, su uso es de gran importancia y necesario. Pero existen ciertas reglas que debes conocer para usarlos correctamente.
¿Cómo usar los signos de exclamación?
Su uso y las reglas no sin muy difíciles. Para empezar, debes de saber que existen dos tipos de signos de exclamación: el de apertura (¡) y el de cierre (!).
Nuestra formula general sería: Signo de exclamación de apertura + frase + signo de exclamación de cierre. Es decir ¡+ frase +!
Ejemplo: ¡Me encanta en café!
NOTA. Los signos de exclamación siempre deberán ir pegados a la primer y última palabra. Además, en la lengua española no está permitido utilizar los signos de admiración por separado, hacerlo sería considerado una falta de ortografía. En otras lenguas como el inglés, francés o italiano suelen omitirse el signo de apertura.
Cómo entonar las frases con signo de exclamación
Todos los signos de puntuación fueron creados para delimitar los contextos y darle cierta pronunciación al momento de leer. En este caso los exclamativos necesitan una entonación sutil y distinta a las de los demás que le permita transmitir el sentimiento exacto.
Este tipo de entonación debe dar una especie de afectividad y resonancia, además deberá despertar alguna emoción o sentimiento a nuestros lectores.
Cuando leamos, debemos hacerlo con naturalidad y sin exagerar porque no queremos centrar la atención en nosotros sino en el mensaje.
Ejemplos del uso de los signos de admiración
¡Ay, no puedo creerlo!
¡Eh!¡Ay!¡Oh!¡Wow!
¡Oye!, ¡Eh, señorita!
¡Qué hermosa casa tienes!
¿¡De que estas hablando!?
¡¡Eres una gran persona!!
¡Enhorabuena!, ahora podremos continuar con la fiesta.
Luis aprobó (¡por fin!) el examen de matemáticas.
¡Tú tienes toda la razón (y estas en todo tu derecho)!
¡Parece el polo sur!; ¡creo que nos congelaremos!
¡Camina rápido! ¡Llegaremos tarde! ¡Por favor apúrate!
Juan, ¡me alegra que estés vivo!
Me parte el corazón recordar lo que me has hecho, pero, por favor, ¡no vuelvas!